martes, 17 de noviembre de 2009

“Somos una generación destinada a vivir en la época más interesante, pues ahora sabemos que somos los creadores del clima y que el futuro de la biodiversidad y la civilización depende de nuestros actos”


Como objeto de reflexión, Tim Flannery en La amenaza del cambio climático nos plantea iniciar una política ecológica sin necesidad de que ningún organismo o institución esté presente en nuestras decisiones. Propone una concienciación a partir de nuestros intereses futuros y también los de los más pequeños, pues como reconoció Fernando Sapiña tras finalizar la entrevista que me concedió: “lo que me preocupa no es el futuro en si, sino el posible futuro que puedan tener mis hijos si todo sigue manteniéndose con este ritmo”.

Tim Flanney apuesta por la experimentación de la ecología en su máximo sentido, y toma el ejemplo de Schoenau (Alemania). Este pueblo, cerca de Chernóbil, decidió independizarse de la energía que le proporcionaba la central nuclear tras la explosión del reactor que poseía. Todo comenzó con la reunión de unas 10 personas que apremiaban a aquellas familias que ahorraban energía, hasta que la iniciativa tuvo tanto éxito que a este grupo de emprendedores se le fueron añadiendo cada vez más miembros.

Con la fuerza de este grupo de ciudadanos, emprendieron un plan de energía verde con el que se recaudó 6.5 millones de marcos, suficientes para comprar el suministro eléctrico de la KWR, la compañía que les abastecía. Comprobamos que un desastre de tal magnitud origina una prevención positiva para el planeta, en cuestión de medio ambiente. No obstante, las energías verdes no han sido de confianza para gran parte de la sociedad, ya sea por falta de información o de interés, aunque los datos que muestra las estadísticas del Instituno Nacional de Estadística son positivos, hay más de un 96.4% de la población en España (española o extranjera) que apoyaba este tipo de medidas a finales de 2008. Tanto la contaminación acústica como la preocupación por la escasez de agua (85.6% y 83.1%, respectivamente) son las medidas que más atención han recibido, seguido dela instalación de un parque de energía renovable.

Al parecer, sabemos que está en nuestras manos cambiar el destino de la Tierra, pero no ponemos en práctica nuestros principios. Es cierto que apostar por las energías renovables supone una inversión fuerte, pero a largo plazo se contempla un ahorro considerable en electricidad, además de una mayor salud para el planeta. Conseguir que el valioso oro negro se relegue a un segundo plano sólo depende de que este combustible fósil acabe por desaparecer o de que consigamos creer en las energías alternativas.


Nerea

2 comentarios:

  1. que copiooootaaa! jejejeje açò ho vaig posar jo al meu blog la setmana passada!:P

    vane!

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  2. Del canvi climàtic? és el segon que faig ja :)
    Nerea

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