jueves, 12 de noviembre de 2009

Alarmar para prevenir

Si en algo estamos de acuerdo es que el periodismo trabaja con manipulación e información exagerada aunque queramos negarlo o evitar reconocerlo. Y no sólo ponen en práctica esta táctica los medios considerados alarmistas, sino que los medios de renombre ya están incluyendo este sistema en sus publicaciones, que repercute en el valor de aquello que se debe contar o describir de la manera más objetiva posible, la información.
Sin ir más allá, el `mediatismo´ y alarmismo de muchos conocimientos le conceden el grado de `noticia´ y con la publicación en los periódicos se dejan entrever intereses, normalmente comerciales, en los que el atractivo de la noticia que debería hechizar a los lectores (aquello que se llama gancho) es nulo.
Si existe alguna evidencia acerca del calentamiento global, es la existencia de desinformación e incomprensión que se genera a partir de este fenómeno. Maria Josep Picó, periodista y escritora científica, siempre formula la misma cuestión en sus conferencias:

¿Creéis en el cambio climático? “No hay nada que creer, es un hecho evidente”, responde antes de que el público conteste a su pregunta.

Desde que se conoció la envergadura aproximada de este problema, los investigadores empezaron a advertir sobre los efectos del cambio global —del que se desconoce su magnitud, aunque se prevén sus efectos a largo plazo— y se dio paso al alarmismo y catastrofismo para concienciar a la población, haciendo un uso medianamente correcto de esta táctica.
El fotomontaje que anunciaba la previsión del aspecto del río Ebro en un futuro (con la ausencia del 80% del caudal de agua) o el estado de La Manga del Mar Menor, pueden ser algunos ejemplos de alarmismo. El director ejecutivo de Greenpeace, Juan López de Uralde, en su visita a las Jornadas de Contrainformación en la Universitat de València durante el mes de abril de 2008, consideró que las imágenes son esenciales en su trabajo y, con ellas, intentan “visualizar algo que es muy difícil de entender, puede explicarse con palabras pero no llega a comprenderse de la misma manera que con el uso de imágenes. Alarmar para prevenir”.
En el debate que abrieron ambos expertos, Maria Josep Picó remarcó que los medios de comunicación convencionales, a diferencia de los medios alternativos, son seguidos por la gran mayoría de la opinión pública y puede ocasionar un efecto contrainformativo en la sociedad, muy alejado del rigor y la competitividad por la que el periodismo debería caracterizarse. Si la sociedad no percibe ninguna respuesta ante este tipo alarmas sociales y los medios de comunicación siguen anunciando catástrofes sin medida, provoca que los consumidores de información se mantengan al margen de la problemática. En esto consiste la contrainformación.
En la entrevista que concedió Jorge Alcalde a El Mundo, defiende la idea de que el alarmismo “nunca es bueno ni siquiera cuando es por un buen fin, ya que pierdes credibilidad como científico y le quitas poder de decisión a los ciudadanos, y lo más importante es que estén bien informados y decidan. Es como el cuento de Pedro y el Lobo".
Incluso la publicidad intenta tomar contacto con la ecología, aprovechándose de su dimensión ética para obtener mayores beneficios mediante engaños (propagandas de automóviles, pistas de esquí, etc.).


En las imágenes la revista Time anuncia cómo ganar la guerra del calentamiento global, mientras que Newsweek asegura que este acontecimiento es un engaño.

¿Hasta qué punto hemos llegado?

Nerea

3 comentarios:

  1. La majoria de vegades, els mitjans de comunicació tendeixen a l'alarmisme, sino mira la grip A, el que provoca desinformació i confusió entre els ciutadans; i no ofereixen respostes o solucions v`lides per a enfrontar-se al problema

    ResponderEliminar
  2. Por desgracia, acostumbramos a alarmarnos cuando ya no hay solución o padecemos de cerca las consecuencias, pero aunque parezca que no, si se contínua mencionando en los medios de comunicación conseguirá más que si no se hace nada.

    ResponderEliminar
  3. Els periodistes tenen un poder infinitament gran com es el d'explicar temes, de vegades extremadament complexos a un public superdivers. M'explique: Un científic pot fer un estudi durant anys, i aquest estudi es quedara a un laboratori o a un biblioteca per ser llegit per un reduit nombre de persones. En canvi un periodista, pot escriure un article sobre ciència a un diari, i arriba en tan sols un dia a milions de persones.

    La ciència es una cosa molt complicada, tendeix de vegades inclus a ser una cosa desconeguda per la gent, i moltes vegades, els periodistes fan el paper de pont comunicador entre la població i els científics. La millor manera de controlar a la gent, es la por, perque l'ésser humà reacciona de manera impulsiva i desesperada davant la por, sempre amb l'excusa de "millor prevenir que curar". Infringir por a la gent és molt més fàcil si es fa mitjançant temes que es desconeixen o que són molt específics. I si juntem tots aquestos punts tenim que la millor manera de manipular a la població es controlar la informació científica que li fem arribar.

    I és així, els nous fàrmacs venen sempre després de llargues campanyes d'alarma sobre contagis d'enfermetats, o, apropant al tema que toques al teu article, rebem, segons on busquem, diferent informació sobre el canvi climàtic, moltes vegades contradictòria.

    Ara bé, potser els científics s'equivoquen, inclús potser que l'alarmisme del canvi climàtic siga excessiu i totes aquestes coses que diuen no passaran tan aviat, potser no passen mai. Però el que està clar es que gràcies a aquest alarmisme el món està començant a canviar, la població s'està preocupant pel que contamina i està tornant la pilota als cietífics perquè descobreixin alternatives les energies actuals. Aquest alarmisme, bo o dolent, ens està ajudant a millorar el planeta. L

    es informacions en altre sentit, que afirmen que el canvi climàtic es fals, potser siguen certes o no, el que està clar, es que darrere d'elles, només hi ha ferms interessos econòmics, i no ajude mes que a endarrerir la solució del problema...

    ResponderEliminar